Publicado 20th Apr 2016 en Project Manager
Si se siente confundido con todas las palabras de moda asociadas con los métodos ágiles, no es el único. Nos dicen que debemos hacer un seguimiento de la “velocidad” mediante el uso de “sprints” para entregar “epics”. Las personas pueden ponerse tan nerviosas con respecto a la implementación de términos raros que no pueden hacer cambios significativos en la conducta organizacional. Los siguientes son cuatro ejemplos de cómo puede perderse el panorama general.
Backlogs de todo
Uno de los principales impulsores de los métodos ágiles es la preservación del criterio ejecutivo para hacer frente al cambio. Ya sea que se trate de un alcance interpretado incorrectamente, retrasos causados por dependencias o deserción laboral, queremos fijar una estrategia y ser flexibles en los detalles. Podemos hacerlo con técnicas como elaboración progresiva, mejora continua y mayor delegación al equipo.
Desgraciadamente, ese libro de enfoques ágiles que leyó solo mencionaba esos pocos nuevos y sofisticados conceptos. Un consejo: al crear un backlog, absténgase de intentar definir detalles microscópicos del proyecto con un año completo de anticipación.
Equipos contraproducentes
El Manifiesto Ágil pone de relieve el valor de las “personas y las interacciones”. Por ello tiene sentido empoderar y otorgar a las personas todo lo que puedan necesitar para hacer un buen trabajo. A veces estamos tan enfrascados en ese diagrama de flujo de metodología que nos olvidamos de preguntar a los miembros del equipo qué les ayudará a tener éxito. Si ha cambiado su cargo de director de proyecto a ScrumMaster y todavía debe decirles a todos qué hacer, es posible que no esté captando la idea. Cree el espacio para ayudar a los talentos del equipo a crecer.
Historias de usuarios no colaborativos.
Las historias de usuarios representan un aspecto popular del enfoque ágil. Pero si no participan todos en la conversación, no está aprovechando el máximo potencial de las historias. Las historias son más valiosas cuando existe colaboración con los miembros clave de su equipo y el cliente. Para crear visión y alineación, pedir la contribución de las personas es mejor que usar una plantilla de requisitos.
Más lento por los sprints.
Las técnicas de timeboxing, como sprints e iteraciones, nos permiten obtener comentarios empíricos incrementales sobre la calidad del trabajo realizado para que los problemas se puedan solucionar antes. Sin embargo, estas técnicas no funcionan si espera hasta el último minuto para reunir a la gente. Muchos proyectos esperan integrar lo que sea solo hasta después de crear todo. Eso retrasa el valor y aumenta el riesgo. En su lugar, la integración de los resultados y lecciones aprendidas de cada sprint debe ser un proceso continuo a lo largo del proyecto.
Los enfoques ágiles nos desafían a desarrollar nuestro talento para ofrecer el valor correcto tan pronto como sea posible. Si conoce las palabras de moda pero está teniendo dificultades para cambiar la conducta organizacional, entonces sus métodos ágiles podrían ser solo superficiales.